Sin dudas, la cocina fue uno de los hitos del Festival de las Culturas del Norte Grande que se desarrolló el fin de semana pasado en Oberá. Allí, cocineros y cocineras de las provincias participantes compartieron sabores y saberes en medio de anécdotas y recetas, que también se unieron a las tradicionales del Parque de las Naciones, como el varenike y la feijoada.
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Cobijados por distintas casas, los chefs visitantes hicieron de las suyas. La chef Ana Laura Ponce, de Jujuy, ofreció degustación de platos típicos alternativos del NOA en la Casa Ucraniana, al igual que el chef Marcelo Martínez, de Formosa, en la Casa Paraguaya. A su vez, los santiagueños Hilton y Alejo Garbi compartieron secretos de la elaboración de sus tradicionales Alfajores Santiagueños. Que pudieron ser degustados junto a tamales, queso de cabra, rosquete y arrope en la Casa Árabe. Además, Cecilia Cárdenas y Aldana Aguirre, de La Rioja, se asentaron en la Casa Rusa para compartir alfajores con masa de albahaca y corazón de vino, seguido de locro y pan casero.
“Inauguramos el corredor gastronómico”, celebró Carlos Vedoya Recio, coordinador de las actividades gastronómicas del Festival. “Durante los tres días, la cocina ofreció una Carta Colectiva de Empanadas, cuatro talleres de cocina, una master class, y doce degustaciones al paso. Además de presentar -por primera vez en el Parque- la película Masamadre, el documental sobre la cocina casera misionera según recetas y testimonios de mujeres de Oberá, hijas de inmigrantes”, destacó Vedoya Recio, periodista agroalimentario quien lleva adelante la plataforma informativa sobre agro y producción FronteraJesuita.com.ar
Otro punto alto del evento fue la elaboración del documento “Mujeres del Fuego Grande”, tras un conversatorio entre mujeres amantes de la cocina que giró en torno del lugar que ocupa la mujer en la preparación de alimentos, de la casa al restó, las escuelas de gastronomía, hotelería y los programas de televisión. Sin duda, hubo para todos los gustos.
La Patria es el Repulgue
Las empanadas también tuvieron su momento, cuando el primer día se hizo una Carta Colectiva Empanadas, buscando que cada provincia tuviera la que lo representa. Esa degustación se realizó en la Casa Argentina, y la elaboración de los cientos de unidades fue obra del trabajo mancomunado de chefs visitantes y locales, a puro repulgue.
“Es nuestro acento, nuestra manera de hablar”, dijo Ana Ponce, cocinera de Jujuy. Como una empanada, cualquiera sean sus ingredientes, la cocina es una cultura que alimenta y contiene, y en su condición, dice, sostiene y reparte la tradición del origen, la casa, el pago, la familia. “Se cocina lo que hay según aprendimos de nuestras madres y abuelas”, expresó Cecilia Cárdenas, cocinera de La Rioja.