La segunda jornada del Festival de las Culturas del Norte Grande tuvo a la lluvia como protagonista inesperada, una situación que, lejos de aguar la fiesta, le dio a la parte de espectáculos una mística imposible de replicar en un predio que no sea el Parque de las Naciones, que tuvo sus calles internas y casas de naciones repletas de danza, música y teatro. Hoy se despide con el Pabellón de Artesanos abierto de las 16 y una catarata de actividades, gratuitas, para toda la familia.
Cuando más gris se presentaba la tarde, el sol se abrió paso en el cielo del Parque de las Naciones permitiendo que la jornada arranque casi con normalidad y el público, ávido de la gran variedad de actividades previstas, no se hizo esperar… hasta que, casi sin mediar aviso, una lluvia casi bíblica se avecinó sobre el Parque de las Naciones provocando un desbande digno de una película de acción, o comedia, ¿por qué no?
Gauchos corriendo cuidando sus costosos y mimados vestuarios, chinas con sus alpargatas en mano y trenzas despeinadas refugiadas bajo los áboles. Payasos con sus maquillajes corridos y trapecistas refugiados en cuanto techo encontraron por ahí. Ver cómo se apaga la llama del escupe-fuegos o a la estuatua viviente corre bajo la lluvia, créanlo, no tiene precio.
Con la suerte echada y toda la técnica protegida por el chubasco, la desición de mudar la fiesta a las casas de las naciones, no se hizo esperar. Así fue como Paraguay albergó al teatro, Ucrania a las danzas y Francia fue testigo de una velada de excepción.
“La Cultura es la sonrisa”, y el agua no la va a borrar
Dicen que “la cultura es la sonrisa que brilla en todos lados” y vaya que brilló y sonrió en la segunda noche del Festival de Culturas del Norte Grande, que se desarrolla en Oberá. Tambores, guitarras y voces confluyeron entre el público y los artistas, apropiandose de las calles del Parque de las Naciones que, pese a una noche lluviosa y humeda resistió, perseveró, como siempre lo hace la cultura.
“Hoy sin dudas, Oberá se convirtió en la Capital de la Diversidad Cultural”, afirmó el ministro de Cultura de la provincia de Misiones en la Casa Francesa, donde pasada las 22 hs. en formato peña, se llevó una celebración universal junto a las delegaciones de Salta, Chaco y Formosa, quienes con un repertorio clásico y poesía fresca captaron la atención de los presentes.
El inicio de la noche estuvo a cargo de la delegación de Salta integrada por la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta y el Ballet Folklorico de la Provincia de Salta “Martín Miguel de Güemes”.”La Nochera” de Jaime Dávalos y “La Pomeña” de Gustavo “El Cuchi” Leguizamón y Juan Castilla; fueron algunas de las elegidas para representar a una de las tierras que más sembró en el cancionero popular.
Luego, la delegación de Chaco dejó su huella con el grupo Vale el Trago quienes con temas de su autoría como “Soles ardientes”, “Barranqueras querida” y “Siesta chaqueña” manifestaron su identidad musical chaqueña, la cual en los últimos años cobró mayor visibilidad en los destacados escenarios del país. El cierre chaqueño, estuvo a cargo de Carolina Vidarte y el Trio Porá, que plasmaron un clásico repertorio paisajistico litoraleño.
Formosa dijo presente en el Festival de las Culturas del Norte Grande con la presencia de Rodrigo Vera, quien junto a Horacio Fernandez y Elbio Ramirez destacaron los cantores y compositores referentes de su tierra.
Momentos mágicos los que regalaron el maestro Milán Cardozo con su arpa y el dúo de guitarras conformado por su hijo Darío y Frodo Peralta, Richard Cantero en bajo y la percusión de Cacho Bernal. Música paraguaya en la Casa de Francia para un público de todo el Norte Grande Argentino, una conjunción casi surrealista con una nivel de energía difícil de igualar.
Embrujada con su identidad chayera
Ante una casa francesa colmada, María de los Ángeles Salguero, más conocida como “La Bruja Salguero”, plantó bandera con su voz y su caja, empuñado la poesía de Ramón Navarro, Pica Juarez y Ramiro González, que fueron algunos de los elegidos para representar a la identidad riojana en el Parque de las Naciones, finalizando con el himno riojano “Carnaval en La Rioja” del autor Daniel “Chacho” Olivera.
Promediando la madrugada, todo era fiesta, aplausos y ovación. Y con ese espiritu festivalero y peñero, el cierre de la noche estuvo a cargo de “Los Papachos”. La delegación tucumana hizo bailar a todos, afirmando que, ante todo pronóstico negativo, no importa el escenario, ni el lugar, porque “la cultura es la sonrisa que brilla en todos lados”.