El Día Nacional del Gualambao fue el elegido para dar inicio formal a las actividades en este nuevo espacio cultural que lleva el nombre de la actriz Flora Ortigoza y contó con la presencia de sus familiares. La oportunidad sirvió para festejar también el cumpleaños de Ramón Ayala.
“Para inaugurar oficialmente este espacio esperamos el momento de hacerlo como se merece, homenajeando a la familia de Flora Ortigoza y anunciando una lista de actividades que se realizarán aquí en las próximas semanas”, dijo Joselo Schuap anoche, en la inauguración de “Flora, Espacio Cultural”. La cita se realizó además en el día del cumpleaños de Ramón Ayala, fecha que ha motivado la instauración de Día Nacional del Gualambao.
Recordando a Flora
En efecto, el espacio cultural de calle Santa Fe 1551 recibe su nombre en homenaje a la actriz Nélida Flora Ortigoza, quien encarnó en su vida varios personajes, y quedó en la memoria de los misioneros como “Doña Florinda”, en el programa “Ramos Generales” de Canal 12 (1992 y 1996). Luego vino “Yo Flora”, unipersonal que fue declarado de interés provincial, entre tantos otros trabajos actorales. Además, hizo teatro, cine y televisión, en parte a través de Sistema Provincial de Teleducación (Sipted).
La actividad de apertura se inició en la vereda, con un impactante show de fuego llamado “Odisea”, a cargo de la productora “Gayatri”. Una vez adentro, los presentes escucharon a Daira Heller en la voz y Lucho Fassa en la guitarra, para interpretar dos guaranias que estaban entre las preferidas de Flora Ortigoza. Con la emoción a flor de piel, la familia de Flora -encabezada por sus hijas Liliana y Gladys Cantero– agradeció que se recuerde a su madre. Liliana compartió con los presentes unas líneas de “Yo Flora”, en las cuales la actriz dejaba en claro su amor por las tablas y su satisfacción con el camino que había elegido. Luego, se les hizo entrega de un diploma, dejando constancia de que el Ministerio de Cultura reconoce el legado artístico y cultural de la actriz Nélida Flora Ortigoza, y en su memoria, designa con el nombre de “FLORA” al nuevo espacio artístico y cultural..
A su turno de hablar, la subsecretaria de Fomento y regiones Culturales Laura Lagable celebró el nuevo espacio con que se cuenta para poner a disposición de los artistas. “La idea de esto surgió en la pandemia, cuando Joselo me encargó buscar un lugar para asistir a los muchos artistas que en ese tiempo perdieron sus espacios para poder trabajar”. A continuación, Alejandrino Vázquez, encargado de la coordinación del espacio, hizo una enumeración de las actividades que se van a desarrollar allí. Las mismas van desde talleres para diversos públicos, a lugar de ensayo de bandas de música y grupos de teatro.
Con el ritmo del gualambao
La segunda parte de la velada se dedicó a celebrar el cumpleaños número 95 de “El Mensú”, Ramón Ayala. Y la forma de hacerlo fue hablando sobre el gualambao, en la figura y demostraciones del percusionista Cacho Bernal junto a la guitarra de Frodo Peralta.
Ramón Ayala, apodado “El Mensú” es el dueño de al menos 300 composiciones originales de la música del Litoral. Temas como Posadeña Linda, Canto al Río Uruguay y El Cosechero, son obras que ya forman parte del ADN de los misioneros, pero también de los argentinos. Y además de eso, allá por 1960, creó este ritmo, que hoy da identidad a Misiones. Es que “Entre Ríos tiene la chamarrita, Corrientes el chamamé, Santiago del Estero la chacarera, Salta la baguala y la zamba y Cuyo las tonadas. Entonces ¿Misiones qué tiene?, una bandada de ritmos que se meten por la frontera sin pagar aduanas y que avanzan”, se pregunta y se responde Ramón, cada vez que lo consultan.
… Y así decidió crear para Misiones un ritmo que sintetizara los sonidos que entran por la frontera de Brasil, como también la galopa que viene por Paraguay. Todos los ritmos de Latinoamérica se escriben en clave de 6×8 ó 2×4. Pero en el gualambao impera el 12×8…Y esta característica lo hace único en su ámbito.
Pantalla para Ramón
La cita contó con la pantalla del Cinemóvil del Iaavim, para proyectar el documental “Ramón Ayala”, de Marcos López. Este documental es un homenaje y un redescubrimiento de la vida, la obra y el proceso creativo de uno de los grandes poetas y autores del Alto Paraná. El director, artista plástico y fotógrafo, aporta su visión de la cultura popular latinoamericana, y suma testimonios de grandes músicos del folklore nacional, como Juan Falú, Liliana Herrero y Tata Cedrón, entre otros.
Flora Ortigoza, una chispita de alegría
Una chispita de alegría, una mujer espontánea, sencilla y con una gran pasión por el teatro, Auténtica y noble. Así era y así la recuerdan a la actriz Nélida Flora Ortigoza, quienes tuvieron la dicha de conocerla.
Flora nació en Eldorado el 20 de junio de 1941 y falleció el 19 de abril de 2009 en el accidente de Rancho Quemado, Santa Catalina, Brasil, en el cual un contingente de jubilados del IPS sufrió un trágico accidente en la ruta.
La actriz se fue físicamente, pero dejó los mejores recuerdos en quienes compartieron con ella distintos momentos de su vida. La caracterizaban siempre su disponibilidad y buen humor. Varios personajes la tuvieron como intérprete hasta que se consagró con “Doña Florinda” en el programa “Ramos Generales” de Canal 12, emitido entre 1992 y 1996. Luego vino “Yo Flora”, unipersonal que fue declarado de interés provincial, entre tantos otros trabajos actorales. Además, hizo teatro, cine y televisión, en parte a través del Sistema Provincial de Teleducación (Sipted).
Su última obra fue “Damitas nde katé itereí”, escrita para ella y dirigida por Jorge Vega. Allí Flora interpretaba a “Casilda”, una peluquera de barrio, junto a la actriz “Pocha” Sánchez. Al momento de su partida, la obra tenía pendiente un reestreno y luego una gira por Puerto Rico y Esperanza.
Flora fue además, madre y abuela, y una activa integrante de la Comisión Vecinal del barrio Malvinas, donde vivía. Era hincha fanática de Boca, por lo que en la ventana de su casa siempre estaba colgada la bandera de su equipo.
Fue una mujer de tal valor que tenía las puertas abiertas en todos lados, desde la del gobernador hasta la puerta del hogar más humilde de nuestra provincia, fuera un medio de comunicación, una oficina, un teatro. Todo el mundo la quería y esa es la gran riqueza de Flora.