Producto de una gran idea del grupo “Che Roga” y amigos chamameceros, con el acompañamiento de la Secretaría de Estado de Cultura, el barcito del Cidade despidió la jornada de este jueves 19 con un escenario lleno de música y tradición, y sus mesas colmadas de vecinos y turistas.
Apenas pasadas las 21 de la noche de jueves, “Che Roga” abrió la ronda en la esquina de General Paz y Belgrano con “Retorno”, de Salvador Miqueri y Mario del Tránsito Cocomarola, el padre del Chamamé, encendiendo desde el primer acorde la emoción del público. Por supuesto a la cita no faltaron el vuelo de los vestidos y el grito de las espuelas acompañando el sapucai.
Luego, como sucede en las grandes enchamigadas, se puso en marcha esa guitarra viajera, que va pasando de mano en mano invitando a los músicos a tocar “una más”. “Chamamé Chamigo” tomó la posta, Yoni Bombage los acompañó; luego invitaron a Loreley y Los Benitez, y entonces también dijo presente Oberá. Roberto Caminos fue parte de la roda, junto a Pablo Burgos en el bajo, “El halconcito de las dos hileras” desde Candelaria, en la verdulera y Luca Ortega en la quena. También hicieron lo suyo Martin Narváez y Tata Pires.
Mientras la música iba sonando, logrando un clima cálido e informal, parejas de danzas de la Escuela de Danzas de Posadas, del Ballet Jeroky Vera y del ballet Folklore Vivo demostraron su destreza y pasión por el baile. Y a la vez, abrieron la pista para que gente del público se atreviera a bailar, al son de “Neike chamigo” o “Posadeña linda”.
Las mesas se ubicaron dentro del hall del Cidade y en la vereda, aprovechando el clima más que agradable. Mientras tanto, las hornallas de la cocina de “Flora”, flamante nombre del entrañable barcito, no se apagaron hasta el último acorde. Y las empanadas y picadas también se llevaron aplausos.
Así el chamamé se hizo oir hasta pasada la medianoche. Una enchamigada que abraza el alma y fortalece el orgullo del ser misionero, consolidó con éxito su primera entrega, con el pedido del público y la promesa de los músicos de repetirse prontamente.