El escritor y periodista Roberto Maack presentó el libro El Último Apóstol, segunda entrega de la serie Cuentos en Ruinas. Osvaldo Mazal y Evelin Rucker fueron los responsables de introducir a la audiencia al nuevo volumen. Contiene siete relatos que entrelazan historia, mito y memoria del pasado misionero y guaraní.
Roberto Maack presentó el libro El Último Apóstol en el espacio cultural Tanta Tinta, de Posadas. En la segunda entrega de la serie Cuentos en Ruinas, el escritor combina precisión histórica y ficción. La obra muestra, a través de peculiares personajes, cómo el tiempo, la fe y la violencia moldearon la identidad de la región guaranítica y sus pueblos.
Los siete relatos que componen el volumen son La profecía del agua, en el que la tragedia de un bandeirante y una joven guaraní revela el peso del destino y la redención. El túnel y El guardián de la ciudad oculta exploran los secretos enterrados y la memoria. El padrecito rescata la figura del jesuita Martín Schmid, símbolo de sacrificio y fe.
El quinto relato, El grito, conecta la mitología popular del Pombero con la trata y la pérdida. Nuestros hermanos, nuestros enemigos reescribe la voz de los jesuitas perseguidos, mientras que El último apóstol actualiza la búsqueda de una verdad prohibida. Con una poética sobria, Maack presenta una arqueología literaria del alma latinoamericana. Así, entre la fe y el miedo, la ruina y la esperanza, la palabra se erige como único refugio y el pasado cobra vida.
Comentarios, música y pintura jesuítica para la ocasión

La obra fue presentada por los escritores Osvaldo Mazal y Evelin Rucker. El cantautor Martín Verón puso sonidos a la velada con versiones acústicas de canciones de Ramón Ayala y Juan Carlos Cendra le dio marco visual con pinturas de temática jesuítica.
En un logrado juego discursivo, Mazal eligió a El Moro, protagonista del cuento que abre el libro, a través de palabras que el personaje supuestamente le habría compartido en sueños. Con soporte en el humor y la ironía, recorrió cada uno de los cuentos de la obra. Entre los comentarios, propuso al autor crear un sindicato de personajes de los Cuentos en Ruinas.

Rucker se declaró ferviente lectora de las obras de Maack. Destacó el ritmo atrapante de los relatos y se detuvo en el cuento El grito. Sin spoilear, advirtió que tiene un cierre desesperante y pidió más espacio para El Moro en una futura novela. Ambos escritores coincidieron en la calidad de la escritura de Maack, en lo atrapante de su estilo y la riqueza y peculiaridad de sus personajes.
Al momento de las preguntas, el autor respondió consultas del público sobre el por qué de la elección de la temática jesuítica, la creación de los personajes y la vinculación de la obra con su infancia y su experiencia lectora.







