En un nuevo aniversario de la muerte del poeta y periodista, la Secretaría de Estado de Cultura, en conjunto con la SADEM (Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones), pusieron en valor la tumba donde descansan sus restos, en el Cementerio La Piedad, de Posadas.
“… y seré una canción en el son transparente del silencio”
Manuel Antonio Ramírez
La tumba de Manuel Antonio Ramírez, cuyos restos reposan en el cementerio La Piedad, de Posadas, fue refaccionada a partir de una articulación entre la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia de Misiones y la Sociedad Argentina de Escritores (SADE Misiones).
Sobre esta puesta en valor, María Belén Silva, presidenta de la SADE Misiones, explicó que “ante el mal estado en el que se encontraba la tumba, junto a Leonardo Duarte, integrante de la Biblioteca Stéfani, acercamos nuestra inquietud al ministro Joselo Schuap quien puso a disposición los recursos económicos y humanos para poder poner en condiciones la tumba”.
Poeta y periodista
Tres disparos de revólver terminaron con la vida del Manuel Antonio Ramírez, una noche de noviembre de 1946 en la casa de la familia Tosetti, de Posadas, la ciudad que supo brindar hogar e inspiración al poeta. Tenía apenas 35 años.
La obra literaria édita de Ramírez, quien había nacido el 1º de noviembre de 1911 en Buenos Aires, se circunscribe al poemario “Triángulo”, una obra publicada en el año 1936, de manera conjunta con Juan Enrique Acuña y César Felipe Arbó, en la cual Ramírez aporta 22 textos de singular estética y profundo atractivo. Varios años después de su muerte, quien fuera su madre, Eloína Ramírez, recuperó cuatro cuadernos que contenían cerca de 150 poemas inéditos de su hijo. Los mismos fueron escritos entre 1932 y 1944. Algunos de ellos fueron publicados indistintamente en periódicos locales. También se pudo conocer una versión mecanografiada de un poema titulado “El Paraná”, escrito unos meses antes de su muerte.
Indudablemente vanguardista para su tiempo y lugar, la poética de Manuel Ramírez supo captar la esencia mística del entorno que eligió para transitar su vida. Le escribió a Posadas, a Oberá, a la selva y al río. Pero, además, en su lírica vertía el pulso de su faceta de observador sensible de la realidad. Muestra de lo último es su poema “A la ciudad de San Juan”, escrito en 1944 en homenaje a las víctimas del terremoto ocurrido en la provincia cuyana el 15 de enero de ese año.
En cuanto a su labor comunicacional, hay que destacar que sus artículos se publicaron en diversos medios gráficos e incluso formó parte del grupo fundacional del diario El Imparcial. Desde 1941 poseía el carnet de periodista otorgado por el diario El Territorio. En ese periódico, días antes de su asesinato, Manuel Antonio Ramírez publicó una solicitada en la cual desmentía tener vínculo con el diario El Imparcial, entonces dirigido por el periodista Marcos Tavares Castillo: “No pienso desempeñar cargo directivo alguno en esa hoja, porque soy peronista de la primera hora y El Imparcial se enredó con las filas enemigas a Perón”. Un día después, Tavares Castillo lo asesinó de tres balazos en lo que hoy es la céntrica intersección de las calles La Rioja y 3 de Febrero.