El 21 de agosto de 2007, el chamamé se enlutaba con la muerte de uno de los mayores difusores del género: Don Adelio Suárez. Nacido en Posadas el 2 de septiembre de 1940, Adelio se crió en el pintoresco barrio de Villa Urquiza, donde desde niño se divertía en la canchita del barrio, relatando los partidos, improvisando micrófonos con palitos o cualquier objeto que estuviera a su alcance ya que no podía jugar, debido a una afección en su pierna secuela de la poliomielitis.
En los sesentas, Adelio se convirtió en el presidente más joven en la historia del club posadeño Jorge Gibson Brown, una de sus primeras incursiones en la vida institucional y comunitaria de su ciudad. Siempre preocupado por el bien común, en su juventud dio rienda a una faceta política que lo llevó a ser concejal de Posadas en 1973. Desde ese lugar, impulsó numerosos proyectos para reivindicar la cultura, y especialmente la música de la región. Es de su autoría por ejemplo, la ordenanza que dio el nombre de Tránsito Cocomarola a una de las avenidas de la capital misionera. Años después, en 1983, sería electo diputado provincial por la Unión Cívica Radical, manteniendo su banca durante dos mandatos.
Como apasionado y profundo conocedor del chamamé, Adelio supo hacer del ciclo radial – y luego televisivo- Expresión Regional, un emblema de la difusión chamamecera, acaparando audiencias masivas y obteniendo un sinfín de premios y reconocimientos a lo largo del tiempo. Este programa radial salió a la luz en septiembre de 1976 (en LT17 Radio Provincia de Misiones) y en 1985 alcanzó su versión televisiva (Expresión Regional Chamamecera) a través de la pantalla de Canal 12, estableciéndose como el primer programa chamamecero de la región, en vivo y con bailanta.
En 2006, ya convertido en el mayor difusor de la música del Litoral Argentino, es declarado Ciudadano Ilustre por el Honorable Concejo Deliberante de Posadas. Aunque en vida le hubiese avergonzado decirlo, debido a su humildad característica, gracias a Adelio fueron muchos los artistas chamameceros que pudieron acceder por vez primera a una grabación o una presentación en vivo.
Hoy, en este nuevo aniversario de su muerte, lo recordamos con respeto y agradecimiento, por haber levantado con amorosa entrega y de manera incansable, las banderas del chamamé y la cultura de nuestros pueblos.